NOVA BREEDING CENTER BARCELONA

cat breeder

A la hora de adquirir un gatito, existen una serie de puntos básicos a tener en cuenta y que garantizarán el bienestar del animal que pronto pasará a ser uno mas de la familia. En ocasiones, por desinformación, no exigimos todo aquello que por ley ha de cumplir un criador y el resultado puede ser que el cachorro que llegue a nuestras manos no esté en condiciones óptimas en cuanto a socalización, edad, estado físico y/o mental, no es de raza, etc.

Detallo a continuación los aspectos básicos que hemos de cumplir los criadores:

documento que acredita que nuestras instalaciones han sido inspeccionadas y cumplen con todos los requisitos necesarios para la cría de gatos.

Por instalaciones, entiéndase una casa acondicionada a nivel sanitario, como es nuestro caso o bien una construcción específica con varias habitaciones  con todo lo que la ley marca que deben contener. Jamás serán jaulas o barbaridades por el estilo.

Es obligatorio aunque únicamente se críe con una pareja de gatos y la ley lo define como «Son núcleos zoológicos las agrupaciones zoológicas para la exhibición de animales, las instalaciones para el mantenimiento de animales de compañía, los establecimientos de venta y los centros de cría de animales, los centros de recogida de animales, el domicilio de los particulares donde se realizan ventas u otras transacciones con animales y los de características similares que se determinen por vía reglamentaria. Quedan excluidas las instalaciones que alojan animales que se crían para la producción de carne, piel o algún otro producto útil para el ser humano, los animales de carga y los que trabajan en la agricultura»

Viene regulado tanto a nivel estatal como autonómico (véase un detalle de la normativa reguladora a pie de página) y además, prohíbe criar hasta tener el núcleo dado de alta. 

Este punto es básico e indispensable, además del punto de partida; si no se cría con un núcleo zoológico legalizado, por mucho que se cumplan el resto de aspectos que se describen a continuación, no se está criando dentro de la legalidad. El número de registro de núcleo ha de facilitarse siempre con la documentación del gato para que la familia de destino pueda hacer las comprobaciones que considere oportunas y puesto que es un dato público, nadie debería de tener problema en facilitar su número de núcleo si se le solicita, salvo que no lo tenga y ponga excusas de cualquier tipo.

Acredita que cumplimos la normativa de la asociación felina a la que nos hemos adscrito.  En nuestro caso pertenecemos a tres asociaciones felinas: CFDC (WCF) y TIMBA. Existen otras asociaciones mundiales como TICA, FIFE o CFA y todas funcionan de forma similar.  Pertenecer a una u otra es mas un tema político que cualitativo y no las hay mejores o peores ni con mejores o peores criadores. 

Las asociaciones felinas no inspeccionan ni visitan a los criadores, sino que se limitan básicamente a emitir los pedigríes y a organizar eventos (exposiciones felinas, cursos, etc). En muchos casos tampoco exigen a sus socios (los criadores, que pagamos una cuota anual por pertenecer a cada asociación) que tengan un núcleo zoológico registrado, puesto que es competencia estatal y autonómica y no de ellos.

Normalmente los criadores de una raza en concreto no disponen de ningún establecimiento comercial (aunque pueden darse casos en que sí dispongan) y pueden tener sólo dos gatos de cría o tener muchos ejemplares.  En todos los casos, lo importante es que sus animales dispongan de todo lo necesario para su bienestar y correcto desarrollo.

Existe una transacción de compra-venta en cada entrega, donde deben facturarse los servicios que se incluyen con cada cachorro, además del propio animal.  Por tanto, será necesario que el criador esté dado de alta como persona jurídica en cualquiera de sus formas para poder emitir dichas facturas y posteriormente tributar por su actividad. 

Un criador ha de estar FORMÁNDOSE CONTINUAMENTE para ser capaz de ofrecer una respuesta rápida a las familias de destino de sus cachorros y ha de transmitir confianza.  Aún y así, un criador no es un veterinario (aunque puedan existir algunos casos) y por tanto, es lógico que en determinadas circunstancias sea necesario acudir a un especialista.

En cuanto al nuevo gatito es muy importante saber que, por normativa:

Debe de haber recibido las vacunas necesarias hasta la fecha de su partida e ir acompañado de la correspondiente cartilla sanitaria, donde figurarán las vacunas y todo el seguimiento realizado.

Debe de estar desparasitado.

Debe de estar esterilizado, a no ser que se destine por acuerdo entre las partes, a otro centro de cría que cumpla con todos los requisitos legales. Algunos criadores utilizan un contrato de compromiso de esterilización, y otros los entregan ya esterilizados, como es nuestro caso.

Nunca ha de entregarse antes de las 12 semanas, y en ocasiones ese plazo puede verse prolongado por el criador por motivos sanitarios debidamente justificados. Ese periodo de tiempo es el que por ley se considera necesario para que el gatito socialice con sus padres y hermanos, aprenda a comer sólido, a utilizar el rascador y la bandeja higiénica, a jugar y recibir mimos, etc.

Si el gato es de raza, ha de ir siempre acompañado de su correspondiente certificado de pedigrí.  Mas allá de certificar la pureza del animal, éste certificado nos servirá de garantía de que el criador cumple con la normativa de su asociación felina, ya que de otro modo la propia asociación no emitiría los pedigrís.  Además, es importante saber que la emisión de un pedigrí no tiene un coste elevado, así que jamás hemos de confiar en alguien que dice tener un cachorro de raza y no facilita el pedigrí o nos dice que un cachorro sin pedigrí tiene un valor diferente a otro que sí tenga, ya que siempre se trata de algún tipo de fraude.

 Microchip puesto, con tal de que la nueva familia pueda registrar al cachorro en su municipio de destino.

A partir de lo anterior, cada criador hará las cosas de una u otra forma y hemos de buscar aquél que creamos cumple mejor nuestras expectativas.  En nuestro caso, por ejemplo, también ofrecemos lo siguiente:

Facilitamos información sobre la raza, alimentación y educación del nuevo gatito, enfermedades que transmiten, enfermedades que pueden padecer, normativa, etc.

Firmamos por duplicado un contrato de responsabilidades con tal de garantizar la tranquilidad de las partes. En dicho contrato estipulamos, entre otros muchos aspectos, unas garantías sanitarias básicas.

Entregamos un certificado sanitario emitido por un veterinario colegiado en la misma semana de la partida del animal y que garantice que éste está en perfecto estado de salud.

Disponemos de documentación que prueba que nuestro centro está libre de FIV (inmunodeficiencia felina) y FeLV (Leucemia felina) y que por tanto, nuestros cachorros no se han visto expuestos a dichas enfermedades.

Ofrecemos asesoramiento previo y posterior a la entrega del gatito, de forma totalmente personalizada y sin coste adicional, para facilitar su adaptación al nuevo hogar.

Entregamos junto al cachorro y su documentación, un lote de productos básicos para los primeros días.

Nuestros cachorros se crían en casa, y procuramos interactuar al máximo con ellos durante las semanas que conviven con nosotros.  El resultado son cachorros muy cariñosos, juguetones y totalmente acostumbrados a la convivencia con humanos y con otros animales, lo cual hace que la adaptación al nuevo hogar sea mucho mas rápida y llevadera para todos.

Los primeros meses de vida de un gato, son básicos para asentar sus bases de conducta y que se desarrolle de forma equilibrada; por tanto, si no han recibido toda la atención necesaria, será complicado (y en ocasiones imposible) para sus nuevos humanos implantar determinadas pautas posteriormente.  En nuestro caso, creemos básico pasar muchas horas con ellos, estimularlos de varios modos y con varias situaciones, acostumbrarlos a cortar sus uñas, tomar medicación, etc.  El azul ruso es un gato muy inteligente, y eso puede ser muy bueno siempre y cuando se enfoque correctamente.